Después de 15 horas de avión llegábamos a Singapur destrozados y con sueño, ya que, el vuelo fue durante el día y no pudimos dormir apenas. En el mega aeropuerto de Singapur buscamos sitio para dormir y nos echamos un rato en unas tumbonas muy guay que encontramos. Yo dormí casi las 5.30h de escala que teníamos, Gotzon se quedó despierto preparando la llegada a Bangkok.
Al llegar a Bangkok cogimos trenes y metros y nos plantamos en el hotel que habíamos reservado. Una super habitación superior por 16€! Y directos para la piscina que tenía! Aunque a pesar del calor que hacía, el agua estaba helada, pero sentó de maravilla! Luego fuimos cerca a comernos una super papaya salad. Es una ensalada de papaya verde con lima,tomate, zanahoria, judías verdes y gambitas, está buenísima, es entre dulce, cítrica y picante! Tampoco faltaron los noodles. Y de ahí a dormir, que ya tocaba!
Al día siguiente fuimos a tramitar el visado para Birmania, ya que en una semana nos íbamos. Y después de recoger la maleta pusimos rumbo a Kanchanaburi, no sin antes volvernos locos en la estación de autobús intentando averiguar como ir… llegamos a Kanchanaburi sobre las 4 y pico de la tarde y fuimos a ver si había habitación donde estuve la última vez. Aunque por suerte. Le preguntamos al dueño si conocía algún otro sitio y nos mandó al mejor sitio que podríamos haber estado, a Nita Rafthouse. Unas mini casetas encima del río kwai muy hippies pero super limpias. Por suerte, la nuestra daba al río por dos bandas y al asomarnos a la ventana podíamos ver el río con su atardecer y las montañas de fondo. Una pasada.
Ese mismo día a la llegada fuimos a alquilar unas bicicletas y nos acercamos al famoso puente, que todos conoceremos por la película El puente sobre el río Kwai. Picoteamos algo (ya que no habíamos parado a comer), y vimos el atardecer allí. Echamos las pertinentes fotos y nos volvimos antes de que anocheciera (no tenia luces la bici). Ducha fresca y a cenar! Repetimos papaya salad y luego un pad thai mientras hacíamos Skype con angelito ;D
Al día siguiente cogimos un bus hacia las cascadas de Erawan. Un sitio precioso con muchas cascadas que forman piscinas naturales, pero con muchos turistas que le quitan el encanto, sobretodo mucho ruso follonero… tomamos el solete y chapoteamos un rato en el agua. Subimos y vimos las 7 cascadas y nos quedamos un buen rato en la última y la 3, que eran las más bonitas. Aunque están llenas de peces enormes que te pegan bocaitos y que no hacen ninguna gracia cuando te metes en el agua. A la vuelta, lo de siempre, ducha, cena y a dormir!
Ahora mismo os escribo desde el autobús que nos lleva a Bangkok, en nada llegaremos.
Nos vemos en breves!!
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